volvió la dueña

Llego una tal Manuelita al hotel. Yo justo había salido a comprar mandarinas.La atendió el príncipe que escuchó un grito y bajó a ver qué pasaba. Era esta mujercita de 1,50, pelo negro , lacio hasta las rodillas, ojos negros azabache y mirada curiosa y miedosa.
Portaba una pequeña valija desgastada y hablaba tan bajito que realmente no se le escuchaba nada.No sé qué dijo, la dejé pasar y me fijé a ver qué hacía. La mujercita subió por las escaleras,depositó su valija en una habitación, sacó su radio metálica y la puso a todo volúmen con un programa de radio que no paraba de pedir overlockistas y costureros.Sacó una singer de su valija, unas telas y se puso a coser sin mirarme.
Me quedé ahí parada esperando explicaciones, pero no las hubo.Subió la radio a todo volúmen y apretó el pedal. A la una de la mañana subí a ver si me hablaba. Nada. Seguía cosiendo. Más tarde sonó el timbre. Cuando fui a atender eran 5 tipos de la altura de Manuelita que venían a buscarla. Eso entendí yo, que los hice pasar y cuando estuvieron en la habitación sacaron cada uno una máquina y empezaron a coser sin hablar.
"Perdonen muchachos" dije alzando la voz y bajándoles la radio "¿Qué es todo esto?"
"Nos manda la señora" me dijeron al unísono
"Qué señora?" pregunté impaciente
"La Nélida" dijo manuelita
"Nélida está totalmente crazy muchachos así que lamento decirles que se suspende la "puesta" del taller"
"No, no...ella nos dijo" dijo bajito uno de ellos.
Debo admitir que me subió una cólera enorme acordándome de mi ex consultorio. Cerré de un portazo y bajé corriendo las escaleras.
Nélida estaba impecable , peinada y vestida abajo.
"¿Qué es todo esto?" le dije casi en un grito
"Es MI palacio y son MIS costureros" dijo Nélida perfectamente cuerda. "Vos te has creído la dueña pero eso terminó" dijo desafiante. Me quedé helada. Tuve que correr al parque para reflexionar a ver qué voy a hacer ahora....